miércoles, 9 de diciembre de 2009

EL INCONSCIENTE EN FREUD Y LACAN....una introducción

EL INCONSCIENTE EN FREUD Y LACAN....una introducción
LIC. WALDO GARCIA


El presente artículo es un breve recorrido en Freud y Lacan sobre el concepto del inconsciente. Tengo presente que este concepto aislado de los otros conceptos fundamentales del psicoanálisis, se ve limitado en su entendimiento. Pero en sucesivas entregas serán desarrollados con mayor profundidad.

En Freud
Es a partir de “La interpretación de los sueños”, que Freud empieza a abandonar formulaciones impregnadas por la neurología, para dar paso al inconsciente con elaboraciones más psicoanalíticas.
A partir de este texto, el aparato psíquico será un instrumento compuesto, con elementos que le dará el nombre de instancias o sistemas. Estos son: consciente, preconsciente e inconscientes.
Esta será la primera configuración tópica del aparato psíquico, en donde cada instancias, tendrán modalidades de funcionamiento distintas.
Particularmente, el inconsciente, estará caracterizado, como modo de funcionamiento, por el proceso primario.
Siendo las características, la atemporalidad, la ausencia de contradicción, sustitución de la realidad exterior por la realidad psíquica y además poseerá dos mecanismos fundamentales: el desplazamiento y la condensación de las representaciones.
El preconsciente y el consciente estará regido por el proceso secundario.
Para comprender el paso del proceso primario al proceso secundario, es de fundamental importancia entender como interviene la representación cosa y la representación palabra.
En el artículo “Lo inconsciente”, Freud dice: “La representación consciente engloba la representación de la cosa más la representación de la palabra correspondiente, mientras que la representación inconsciente es la representación de la cosa sola”.
Luego Freud denominará a los contenidos del inconsciente como agencias representantes de la pulsión. Es decir que la pulsión solo se halla presente en el inconsciente por medio de sus representantes, Teniendo en cuenta que pulsión es el concepto límite entre lo somático y lo psíquico.
En la etapa de la primera tópica asimila lo inconsciente a lo reprimido. Represión que produciría la primera escisión del sujeto.
Luego en 1923, con su artículo “El YO Y EL ELLO”, se modifica la teoría del aparato psíquico, en donde las características atribuidas al inconsciente en la primera tópica, se la atribuye al Ello.
El Ello será el polo pulsional de la personalidad y desde el punto de vista dinámico entrará en conflicto con el Yo y el Superyo. Además el conflicto neurótico estará dado por la oposición entre pulsiones de vida y pulsiones de muerte.
En análisis, cuando Freud habla de una “escucha del inconsciente”, está hablando del pasaje de las representaciones, lo que implica asociaciones internas a los juegos de palabras, lo que a su vez implica asociaciones externas.
El inconsciente es productivo y producido. Es la regla de transformaciones que operan sobre las transformaciones verbales que configuran el contenido latente en contenido manifiesto.
Puesto que el inconsciente se produce al hablar, irrumpiendo en lo que el Yo intenta decir, no hay formaciones del inconsciente como tales si no hay escucha de las asociaciones que den cuenta de esa transformación.
Lacan con Freud
Lacan en “Función y campo de la palabra”, profesa el retorno a las fuentes, es decir a Freud, para no faltar a su verdad, debido al cauce que había tomado el psicoanálisis posfreudiano.
En su obra si bien se apoya en la noción de estructura de Lévi Strauss, producirá un estructuralismo propio, en donde la estructura del lenguaje preexiste y estructura al sujeto.
En “La instancia de la letra” dice : “...El sujeto, sí puede parecer siervo del lenguaje, lo es más aún de un discurso en el movimiento universal del cual su lugar está ya inscripto en el momento de su nacimiento...”. Es decir el lenguaje será constitutivo de la cultura e implicará que el sujeto esté inmerso en la trama del lenguaje.
De esta manera abordará un concepto fundamental: “El inconsciente está estructurado como el lenguaje”. Cuyos elementos serán el significante y el significado, pero no tendrán el mismo sentido dado por Saussure, porque Lacan, instalará la supremacía del significante.
En el seminario XI, dirá “El inconsciente es la suma de los efectos de la palabra en un sujeto; es a ese nivel que el sujeto se constituye como efecto del significante”.
Sabemos que el analista escucha un relato, escucha una cadena de significante pero no de significado, por lo tanto lo constitutivo del sujeto será el orden simbólico.
Para escribir un significante hay que escribir por lo menos dos. Esta cadena significante tendrá una barra, que Lacan la define como resistente a la significación, y la relaciona con la represión primaria. S........S
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Ese lugar donde se inscribe el tesoro del lenguaje, Lacan lo denominará lugar del Otro (A).
Por lo tanto, el sujeto aparece dividido por su discurso, está hendido y no es más que lo que Freud siempre reiteró. Esta división del sujeto será constituyente del deseo mismo.
Los mecanismos de las formaciones del inconsciente, que Freud denominó condensación y desplazamiento, en Lacan serán similares a los del lenguaje y los llamará metáfora y metonimia.
La metáfora es la sustitución de una palabra por otra, produciendo una creación de sentido y la metonimia es la conexión palabra a palabra, se inscribe en el orden de la coordinación sintáctica.
Este inconsciente se manifiesta siempre como lo que vacila en un corte del sujeto. Sale a la luz por un instante y en un segundo tiempo se cierra, esto será la evanecencia del inconsciente, es algo que pulsa y encuentra falla o fisura.
Quiere decir, que el psicoanálisis opera con palabras y el inconsciente es producido mientras se habla, irrumpiendo en el discurso intencional bajo la forma de sorpresa y esto marca la división del sujeto.
Cuando se representa al inconsciente como constituido por recuerdos traumáticos, en que la solución del síntoma es alcanzado cuando se recupera el recuerdo de algún hecho olvidado, lo que hay que tener en cuenta es que si a través de la palabra se recupera un recuerdo y ese recuerdo es capaz de transformar un síntoma, es porque algo ha sido transformado en la significación de ese recuerdo, que adquiere una nueva significación. Esta nueva significación no será cualquiera que se fabrique.
También hay que recordar que inconsciente no es lo irracional, es una lógica que organiza el discurso y a sus formaciones (actos fallidos, sueños y síntomas).
Para concluir diría que el concepto de inconsciente puede ser abordado desde varias facetas y adquiere su verdadero valor en relación con los otros conceptos fundamentales del psicoanálisis, esto es, los conceptos de pulsión, repetición y transferencia. Temas que serán desarrollado en próximas entregas.

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